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Para los gitanos, la virginidad, es un tema transcendental a la hora de contraer matrimonio. Si la joven no es virgen, no podrá casarse y solamente podrá casarse, si encuentra algún hombre que no esté casado y sabiéndolo de antemano, quiera casarse con ella.
Mediante la prueba del pañuelo, se encierra a la novia en una habitación. Si el pañuelo sale manchado con res flores, se podrá oficiar la ceremonia.
De acuerdo a la tradición gitana, las bodas de los jóvenes eran acordadas por sus padres, pero en la actualidad, esta norma está cambiando. Los jóvenes son libres de elegir a su pareja.
Un rasgo muy característico de estas bodas, es que los novios una vez realizada la ceremonia civil, son alzados en los hombros por sus familiares y amigos, unido de cánticos y palmadas con una lluvia de peladillas y y monedas.
La fiesta, es otro de los rasgos característicos de las bodas gitanas. El hombre baila con la novia en brazos, los invitados van dejando uno a uno billetes para los recién casados y a su vez, las mujeres regalan claveles a los que han depositados billetes para los novios.
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